Este espacio territorio de rituales como; la entrega del reloj oro para los trabajadores que cumplen 30 años en la empresa, o para la entrega de los diplomas de egreso de jardines, colegios y el liceo, también escenario de eventos organizados por la empresa; teatro, show, etc. es un escondite y portal que conduce a entrarnos en las dimensiones arquitectónicas de nuestra ciudad-campamento.
Es el cine, nuestro hermosa herramienta patrimonial de la modernidad; en su primer piso exhibe películas en cartelera (un poco atrasadas con la de las grandes metrópolis pero las tiene), y un pequeño departamento encargado de cultura del espacio. En su segundo piso esta la platea y un pequeño museo que tiene piezas de nuestra desfragmentada memoria salvadoreña, en este espacio, en un rincón, hay oficinas relacionadas con la gestión cultural para y hacia el campamento.
Es en estas partes, en estos intersticios en donde se guarda nuestra materialidad intangible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario